Qué hacer cuando una puerta se bloquea

Hay muchas maneras en las que una puerta puede resultar bloqueada, tanto en los hogares como en oficinas, negocios y otros lugares. Puede ocurrir que por la rotura de los paños, por deterioro o antigüedad, las puertas no cierren bien y, en consecuencia, no cumplan con su propósito.

Con frecuencia solemos dejar pasar estos detalles hasta que nos vemos en la obligación de actuar cuando el bloqueo o cualquiera que sea la falla de la puerta nos afecta de tal manera que es imposible continuar con esa situación.

Los tres casos más comunes

Existen tres situaciones problemáticas que se presentan con más frecuencia tanto en hogares como en comercios:

1. Cerraduras que se han soltado .

Debido a la gran cantidad de elementos que conforman los engranajes de las cerraduras, aunado al deterioro normal ocasionado por el pasar del tiempo, es posible que estas pequeñas piezas se suelten y dejen la cerradura vulnerable. Es por ello que tantos robos tienen lugar luego de violentar las cerraduras de las puertas.

Es importante tener en cuenta que para realizar este tipo de reparaciones, aunque parezca una tarea fácil, solo debe hacerse si se tiene claro qué hacer y qué tipo de solución aplicar. Por esta razón, lo más recomendable es contratar los servicios de un profesional de la cerrajería, ya sea residencial o comercial, según lo amerite cada caso.

2. Una llave rota atascada en la cerradura

Bien sea que estás llegando a casa despúes de una ardua jornada de trabajo o que justo vas a salir porque tienes un compromiso importante, la rotura de una llave dentro de la cerradura puede convertirse en un gran problema. De hecho, puede empeorar si tratas de sacarla y en lugar de ello, terminas dañando la cerradura por completo.

En estos casos, tu mejor opción es llamar a un cerrajero profesional que atienda emergencias para que sea él quien manipule la cerradura para extraer la llave y solucionar el problema.

3. Puerta y cerradura no alineadas.

Son muchas las razones para que en nuestros hogares ocurran los famosos portazos: la puerta no cierra correctamente, hemos tenido un mal día o estamos tan emocionados que lo expresamos cerrándola con demasiada fuerza. Sin embargo, muchas veces no medimos las secuelas que esto puede dejar en el funcionamiento de la puerta; una de las más comunes es que se pierda la alineación entre la puerta y la cerradura, trayendo como consecuencia que quedemos expuestos y sin protección en nuestro propia casa.

Para quienes les gustan los trabajos domésticos, una solución efectiva es volver a ajustar las bisagras y alinear la puerta con su marco.

Dispuestos a ayudarte

Si bien estos tres casos son los de mayor ocurrencia, existen otro tipo de problemas que se pueden presentar. Pero recuerda que desde acá estamos siempre a tu disposición para asistirte en cualquier situación problemática con las cerraduras de tu hogar, oficina o negocio.