Los orígenes de la cerrajería profesional.

La cerrajería es una labor que tuvo sus inicios hace muchos siglos, cuando la herrería era la profesión que abarcaba la creación de cerraduras y llaves.

La seguridad ha sido, a través de la historia de la humanidad, un tema de interés y es por ello que se ha ido perfeccionando el arte de la cerrajería para convertirse en lo que es hoy.

Un poco de historia

La invención de las cerraduras tuvo lugar en China y Egipto. Estas eran fabricadas principalmente en madera pero las personas de altos estratos sociales tenían el exclusivo acceso a las cerraduras de metal. Las personas de bajos recursos se interesaban por cuidar sus pertenencias y propiedades; por su parte, los más acaudalados buscaban asegurar que nadie interrumpiese sus actividades cotidianas en cada ambiente de sus viviendas.

Posteriormente, en Roma se perfeccionó la cerradura, creando sistemas más complicados hasta llegar al tipo de elementos mecánicos utilizados hoy en día.

Incluso la realeza española de hace unos 4 siglos  contaba con varios cerrajeros a quienes se les encargaba la protección de los miembros de la familia real, así como también el mantenimiento de todas las cerraduras existentes en el Palacio Real y todas sus dependencias. Era necesario que los cerrajeros jurasen nunca suministrar alguna de las llaves a nadie más, ni tampoco cualquiera de las herramientas que servían para su manipulación. Faltar a este juramente era penado con la muerte.

Pasado y presente de la profesión

Como muchas otras costumbres y oficios de la antigüedad, la cerrajería era aprendida por medio de la familia. Era una profesión que se heredaba de los mayores y de esta manera se iba transmitiendo entre las diferentes generaciones. En la actualidad, este es un oficio que se dicta en múltiples centros de enseñanza técnica y, en algunos casos, se aprende a través de literatura relacionada con el tema.

Sin embargo, la cerrajería ha pasado de dedicarse exclusivamente a fabricar cerraduras a lo que conocemos hoy día, es decir, a la atención de emergencias en caso de que sea necesario abrir una puerta cuya llave se ha extraviado, por ejemplo. Esta situación es muy común y los cerrajeros de urgencias han salvado a más de un cliente de muchas incomodidades e inconvenientes.

En nuestros días, los profesionales de la cerrajería son personas que poseen un amplio conocimiento técnico y bastante específico, superando a los cerrajeros de épocas anteriores. Todo esto hace que realmente se destaquen a la hora de resolver un problema o al momento de asesorar a los clientes con respecto a las mejores alternativas de seguridad.

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