Los Circuitos Cerrados de TV y sus diferentes tipos

En anteriores oportunidades te hemos comentado a través de nuestro blog acerca de la definición de CCTV (Circuito Cerrado de Televisión). Esta vez queremos ahondar un poco más en el tema y hablarte sobre los distintos tipos de CCTV disponibles en tiendas de seguridad.

Alta tecnología de vigilancia

Como te explicamos en un post anterior, un Circuito Cerrado de Televisión es un sistema de seguridad conformado por una serie de dispositivos interconectados, entre los que se encuentran cámaras de vídeo, ordenadores, monitores y otros elementos que hacen posible la vigilancia remota, una excelente alternativa en aquellos casos en los que es necesaria la supervisión de varias zonas así como de tareas que desempeña un personal.

Tipos de CCTV

En términos básicos, un circuito cerrado de televisión se define por el tipo de cámaras que se emplean, por lo que nos centraremos en ello en este artículo.

Entre las cámaras de seguridad existe una gran cantidad de modelos, pero en general, se destacan tres: las cámaras analógicas, las cámaras analógicas HD y las cámaras IP.

• Cámaras Analógicas: fueron las primeras cámaras utilizadas para fines de protección y seguridad y debido a su eficaz funcionamiento, aún se emplean en ciertos lugares. Son fáciles de instalar aunque requieren un cable de tipo coaxial para conectarlas a la unidad de grabación. Tienen como desventaja que ofrecen una resolución bastante baja, por lo que resulta difícil detallar con nitidez los rostros y demás elementos que nos interesen de las imágenes captadas.
• Cámaras Analógicas HD: ofrecen una mayor definición que las anteriores, ofreciendo entre 720p y 1080 de resolución de imagen. Se conocen también bajo el nombre de HD TVI y, al igual que las cámaras analógicas comunes, son de fácil instalación. De igual manera requieren del cable de conexión entre cámara y unidad de grabación,
• Cámaras IP: La principal ventaja y diferencia frente a los modelos que mencionamos arriba, es que este tipo de cámaras no requiere de ningún tipo de cableado de conexión, salvo los cables de alimentación. Trabajan por medio de redes de Internet locales, bien sea alámbrica o inalámbrica, según cada modelo. Ofrecen una alta resolución de imagen  y además permiten el acceso desde un ordenador, el móvil y otros dispositivos, con lo que es posible configurar todo el sistema desde allí según las necesidades de vigilancia. Otra característica interesante es que se puede supervisar el área vigilada desde un móvil, a través de la red. Obviamente se necesita de conocimientos muy específicos para su instalación y por supuesto, de una conexión a Internet en el hogar.

 

Las cámaras también se clasifican según su forma y funciones, pero de ello hablaremos en otro post.

 

 

Si estás pensando en instalar un sistema de CCTV en tu hogar, no dudes en contactarnos para darte todas las recomendaciones para aproveches todo el potencial de protección y seguridad que ofrecen estos equipos.